BALSA I, ‘hueco del terreno que se llena de agua’, voz protohispánica, probablemente ibérica, común al castellano, al catalán y a algunos dialectos occitanos.
1.ª doc.: fin S. XIII, 1.ª Crón. Gral.1.
DERIV.
Embalsar [S. XVI, Fr. H. de Santiago]; embalsadero, embalse [1475, Guillén de Segovia, p. 124b (Nougué, BHisp. LXVII)]. Gall. desbalsarse ‘desbordarse’, ‘derramar a mares’ («desbalsábanse en bágoas» Castelao 193.21). Rebalsar [1604: N. Bravo], comp. balsa ‘congestión de humores’ en Terr. y en Torres Villarroel, y balsada ya con igual ac. en el Libro de la Caza de D. J. Manuel, p. 98; además de la ac. ‘llenarse de agua (un depósito o balsa)’ (también documentada en el chileno Ovalle, a. 1644, Draghi, Canc. Cuyano, p. 459; muy viva en valenciano, donde además vale ‘almacenar energía, etc.’), rebalsar ha tomado en América la ac. ‘desbordar, rebosar’, aplicado no sólo a lagunas y corrientes de agua7, sino también a recipientes, vasijas y sacos, en arg., chil., per., costarric., salv. (Garzón, Román, Gagini, Malaret), y también en Salamanca (‘desbordar, rebasar’: «se enllena el bago de agua en la época de las lluvias hasta que rebalsa y luego ella va buscando su camino», Lamano); de rebalsar parece ser variante dialectal rebasar que la Acad. registró ya en 1817 con la ac. náutica ‘pasar navegando más allá de algún buque, cabo u otro punto en que hay alguna dificultad o peligro’, de donde la cub. ‘pasar, salvar o salir bien de algún peligro, dificultad’ (Pichardo), pero que también toma el sentido general y más etimológico de ‘pasar o exceder de cierto límite’ con que hoy es muy usual en la lengua literaria; además rebasar se emplea también en el sentido primitivo de ‘desbordar de agua’ (salm.: Lamano) o ‘rebosar de fuerzas’, etc.8; y viceversa rebalsar se emplea también en arg. en el sentido de ‘adelantarse a alguno’9, de suerte que parece evidente la identidad de rebasar y rebalsar, y desde luego es inadmisible derivar aquél de pasar, como quisiera la Acad.; la variante sin -l- quizá sea leonesismo americano y náutico, a no ser que se trate de un término náutico de origen catalán (donde, sin embargo, no conozco este derivado, pero sí el primitivo bassa); rebalsa; rebalse; rebasadero.
1 La ac. ‘estanque adonde van a parar las heces del aceite’ ya está en Pérez de Hita, Guerras Civiles de Granada, II, 19.― ↩
2 No creo que Ardenas basse «flaque d’eau» (Bull. Dict. Wall., 1924, 58 ss.; ZRPh. XLIII, 513 ss.) tenga que ver con balsa dado su alejamiento geográfico. Se tratará de un cambio de significado del fr. medio y dial. (SO.) basse ‘cubo para trasportar uva’, perteneciente a la familia de BACÍA, BACÍN (FEW I, 199a). Con el cat. bassa puede relacionarse tal vez el bassatum «hiatus terrae», que figura en las glosas coleccionadas por Escalígero y atribuídas a San Isidoro, n.° 204, que algunos han relacionado con bassus ‘bajo’.― ↩
3 Comp. casos como cast. combl(u)eza ~ port. comborça, cast. combrueza ‘concubina’ o ambuerza ~ ambuelza ‘almuerza’, en voces también prerromanas.― ↩
4 Venasque bazón. Graus balzón ‘charco’, según Rohlfs. Basa se encuentra ya en las Ordenaciones de Barbastro, a. 1396 (citado por el DHist. erróneamente s. v. basa ‘base’), y en un doc. de Ejea de los Caballeros, del a. 1292 (Rev. de Aragón VI, i, 25).― ↩
5 Para L > Ȭ en mozárabe, comp. fauchel, xauth, xaux y otros en Simonet.― ↩
6 Con beltz compárese el nombre del pueblo alto-aragonés de Bielsa, que reaparece como nombre de paraje en el Valle de Aran, Bèussa (término de Vilac), y en el nombre de la región de la Beauce en el Norte de Francia, que se escribe con s en la Edad Media (Belsia, S. XVI: Vincent, Toponymie de la France, p. 39).― ↩
7 «Las Lagunas de Huanacache... rebalsando ordinariamente en la estación de invierno, corren sus aguas en un ancho cauce que llaman río Desaguadero», descripción de Mendoza, Arg., en 1801 (Draghi, o. c. 544), «¡la creciente... va a rebalsar pa la calle!... ¡Mirá cuantos atoraderos trae en la punta!... Qué crecientón macuquino» (Chaca, Hist. de Tupungato, p. 70).― ↩
8 Así en el argentino norteño Alberto Córdoba: «el muchocho rebasó de energías, se le hinchó el pecho y redobláronse sus afanes» (La Prensa, 9-VI-1940).― ↩
9 «Ya el corredor del alazán había convidado dos veces, sin resultado, y llevaban seis partidas; se veía que el del mano blanca quería salir de atrás para rebalsarlo; el del alazán, muy confiado, reía; ambos parecían decididos a hacer efectiva la carrera cuanto antes» Guiraldes, D. S. Sombra, p. 240. ↩